lunes, 19 de diciembre de 2011

Las fotos del viaje

Durante este tiempo hemos intentado explicar brevemente nuestras vivencias en la India y Maldivas, pero la sensación real, el sentimiento de cada momento, en cada sitio, no se puede transmitir ni siquiera con todas las fotos del mundo. Así que la única manera de conocer India y Maldivas es viajando ahí.

Hemos sacada miles de fotos y partir de ahora empieza el trabajo de seleccionar las mejores. Muchos Gigas nos esperan, y os invitamos a seguir nuestros blogs de fotografía para mostraros nuestra visión del viaje en imágenes.

Eva: http://evamenorca.blogspot.com/
Angel: http://lafotodelmomento.blogspot.com

A casa!

Último día en el paraiso, último día de viaje y último día de luna de miel. Se acaba la aventura, hemos descubierto la vida en India con nuestros propios ojos, y un país como Maldivas que nos ha entregado la paz que necesitábamos después de 20 días de viaje, de comer mal, de dormir muy poco, de km de carretera bacheada y tremendamente peligrosa, de humo, polución y polvo, de horas en los aeropuertos para coger hasta 13 aviones... pero de descubrimientos, de tradiciones indias, de sus costumbres y manera de vivir.

Estamos contentos de haber conocido paises como estos, en los que parecen el blanco y el negro, un contraste enorme, y sitios exclusivos que muy dificilmente se conservan aún entre la presión humana.

Esta mañana la hemos dedicado a mentalizarnos para la vuelta, a disfrutar de la habitación de este lujoso hotel y de recogida de maletas. Ha sido una mañana lluviosa, hemos tenido suerte con el tiempo ya que nos ha respetado los dos días que teníamos en Maldivas. Pero este sitio incluso lloviendo sigue siendo increible, un lugar apartado en el mundo, pero tan cerca al mismo tiempo.

Salimos a las 17 horas del hotel con el hidroavión de vuelta, para coger el avión hacia Qatar sobre las 20:00 hora local. Unas 4 horas de viaje para luego pillar el penúltimo avión hacia Barcelona, unas 7 horas de viaje más. El último vuelo será hacia nuestro paraiso particular, Menorca, otra joya del Mediterráneo.

Adiós,

Angel y Eva.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Maldivas (II)

Nos hemos despertado en el paraíso, no es un sueño, es real! Esta noche ha llovido algo, pero vuelve a lucir el sol con mucha fuerza, hace calor. Damos la vuelta a la isla caminando, 15 minutos sin nadie en la playa, 1 km andando!

Hemos desayunado en el buffet del hotel, con todo lo que se merece un buen desayuno buffet de primera. Luego nos hemos dirigido al centro de buceo, nos tenían todo el equipo a punto, un lujo. Hemos hecho la primera inmersión de orientación en la laguna, en barco, con tres tripulantes y nuestro dive master, solo para nosotros dos. Hay poca visibilidad por la gran cantidad de placton que hay, comida abundante para los peces, pero no nos impide ver dos mantas, una raya, un tiburón de punta blanca...

Hemos quedado a las 3 para realizar la inmersión al arrecife. Después de comer en el restaurante a un precio decente y muy bueno todo, nos hemos ido al arrecife en el barco nosotros dos solos otra vez. Allí durante una hora vemos toda clase de vida marina, hay muchísima vida, peces y corales de todos los colores, tiburones, morenas, bancos de peces, ... impresionante.

La tripulación nos ayuda con la botella, el jacket, etc y nos ofrece la toallita refrescante de turno, y una merienda a base de fruta, pasteles y café, en el mismo barco. Impresionante asomarte a la superficie en medio del océano.

Volvemos exhaustos a la habitación, nos damos un bañito y una ducha y hemos solicitado cenar en la misma playa, el hotel dispone de mesas preparadas sobre la arena. Dos cervezas Tiger, y buena compañía. Aquí se acaba nuestra última noche en el paraiso.


sábado, 17 de diciembre de 2011

Maldivas (I)

Hemos dormido tres horas solamente porque nos toca el vuelo con hidroavión desde Malé hasta nuestro atolón a las 8 de la mañana. Empieza otro sueño, del que no estábamos preparados. La atención del hotel Constance Halaveli Resort es impresionante. Tiene terminal privada, donde hemos tomado un desayuno buffet mientras esperamos al hidroavión, que son los taxis de aquí.

Ha hecho un sol espléndito, lo que realza más la aventura que hemos vivido, un vuelo en hidroavión de 20 minutos sobre los atolones de Maldivas, azules turquesa, islas deshabitadas, y la capital Malé superpoblada, con la densidad de población más alta del mundo. Es una excepción, el resto son islas paradisiacas con una altura máxima de 2 metros en todo el país!

Aquí hace 28 grados constantes día y noche, y el agua está caliente. Hemos aterrizado en la laguna de nuestro hotel y nos han recogido con barco y trasladado a la isla, con un recibimiento del personal de recepción. Fantástica atención.

Hemos llegado al paraiso! Existe!! alucinamos con la isla de 1 km de perímetro, con sus cocoteros verdes, su arena blanca sin nadie, y sus azules turquesas. Después de familizarizarnos con los servicios del hotel, nos trasladan en coche eléctrico a nuestra choza sobre el agua cristalina del océano índico, de 100 metros cuadrados, con todo lujo de detalles, comodidades, piscina privada con acceso directo al mar. La ducha y el retrete con vistas al agua, donde se ven pasar tiburoncitos y peces enormes muy a menudo.

Nos hemos dado una ducha reparadora, deseábamos limpiarnos con todas las garantías. Por fin limpios, nadamos en la piscina descorchando una botella de cava Jaume Serra!. Y al agua del mar!!

Después de comer la hamburguesa más cara de toda mi vida, hemos organizado las inmersiones para mañana y hemos disfrutado de la piscina comunitaria y de la puesta de sol impresionante. Además, 8 rayas son han visitado en la playa, las hemos tocado y todo!

Un contraste muy grande con respecto a India, hemos alucinado todo el día, y estamos felices de haber venido hasta aquí aunque sea una vez en la vida.

Se acabó India! Empieza Maldivas!

Otra vez las campanas suenan de despertador, y la niebla que sigue presente en India, algo muy habitual en esta época, aunque a media mañana escampa. Hemos salido sobre las 09:30 y hemos pasado el día entre aeropuertos de tres países.

El aeropuerto de Varanasi se ha inaugurado hace solo 6 meses, pero ya está lleno de goteras, mal acabados. Hemos coincidido otra vez con los franceses vecinos, la curiosidad nos lleva a volar en el mismo avión destino Delhi y además se sientan delante nuestro.

La operatividad en los aeropuertos es algo pesada ya que aquí te hacen enseñar muchas veces la identificación y la targeta de embarque, a cada control. No se entiende mucho, pero aquí cada uno tiene un trabajo muy específico asignado, no muy efectivo. Hemos volado con SpiceJet muy bien a Delhi, ciudad muy extensa y desestructurada, como se ve desde el cielo.

Después salimos hacia Sri Lanka, se acabó India!! Vamos a la capital, Colombo para tomar otro avión a Malé, capital de Maldivas. Aterrizamos en Colombo a las 23 de la noche. 28 grados de temperatura y mucha humedad, ya estamos en el trópico!!

A la 1 de la madrugada cogemos el último avión del día, hacia Malé. Hemos llegado a las 2 y entre las maletas, el taxi y el check in del hotel, hemos ido muy tarde, a dormir.

La primera sensación es que dejamos atrás la suciedad y contaminación de la India, por fin.

Varanasi (III)

Otra nochecita con ruidos de perros ladrando y las campanas que empiezan a sonar antes de amanecer. Es signo que empieza un nuevo día y la gente se pone a trabajar. Hoy hemos desayunado en el Lotus Lounge, de Nutella!! sabores olvidados. Estos días hemos tenido más problemas estomacales, habremos bajado la guardia y esta ciudad ofrece todas las condiciones para pillar alguna bacteria maliciosa. Pero lo hemos sabido torear muy bien hasta ahora.

Hoy nos hemos propuesto comprar algunas cosas y pasar a la otra orilla del río. La verdad ir de compras aquí es como tirar la toalla, casi todas las tiendezuelas tienen los mismos productos, y de muy mala calidad. Nos hemos pateado medio barrio de bazares y callejuelas de dos metros de ancho, como siempre, llenas de polvo y mierda. Además aquí es normal orinar en las calles así, que es otro olorcito a añadir a la colección, a parte de ir sorteando riachuelos.

Hemos encontrado unas postales muy apropiadas y las hemos enviado, no sin antes tener dificultades para encontrar la oficina de correos. Hemos pasado por delante tres veces y no la hemos distinguido del resto de casuchas viejas y sucias. El personal trabaja a papel y lápiz, nada de avances tecnológicos. El sello se pega con pegamento.

Después de esto nos hemos dirijido a los ghats y hemos alquilado una barca para pasar al otro lado del río, donde había bastante gente bañándose. No es nada extraño, simplemente una zona alternativa, donde los comerciantes también fijan sus mantas para intentar venderles algo. La orilla es de arena y no hay ninguna construcción, montones de basura y la misma contaminación. Algún vejestorio esperando su turno, ya que muchos vienen sin nada a Varanasi a esperar su muerte. El remero parece un pobre hombre, como muchos aquí, y al ver un billete flotando no ha dudado en dar marcha atrás y recogerlo con discrección. Solo eran 10 rupias, 15 céntimos, pero para ellos es mucho.

Hemos vuelto a comer en el restaurante junto al hotel después de ir andando un rato, ver a los búfalos bañándose en el río con los cuervos sobre sus cabezas para limpiarles los ozicos. El dueños también los ha lavado un poco. Varanasi al ser ciudad sagrada no se puede vender alchol así, que aquí no hay cerveza, a pesar que en algunos restaurantes la ofrecen de contrabando.

Después de comer se erupta, es normal aquí. Nosotros queremos imitarles pero no podemos. En la sobremesa nos hemos quedado en el chillout viendo volar decenas de cometas en el cielo. Los niños aquí con pocos recursos se divierten haciendo la guerra en el aire entre ellos, o simplemente, haciendo piruetas. Es un espectáculo.

Más tarde hemos salido sin cámaras, para disfrutar de la última noche en India sin presión fotográfica. Hoy la sorpresa ha sido la luna llena, pero además con eclipse total de luna, con lo que ha atraido a muchos hindús a realizar el baño en el Ganga. Hemos cenado en el Dophins y hemos vuelto caminando por la orilla entre las multitudes de gente haciendo el ritual durante el eclipse.



Varanasi (II)

Hoy hemos vuelto a madrugar para poder poder ver la salida del sol desde una barquita en el Ganges. A las 6h nos ha venido a buscar el barquero al hotel. Nos han acompañado una pareja de franceses, nuestros vecinos de habitación, unos trotamundos jubilados, muy agradables.

La espesa niebla ha hecho que la visibilidad fuera reducida pero la actividad en el río es intensa a esas horas de la mañana. Está lleno de mujeres cantando y cargando con los fardos de ropa que los hombres lavan en la orilla, golpeándola contra piedras planas. Después la ponen a secar en el suelo, sobre montañas de basura, polvo y estiercol de vaca.

Hemos llegado hasta uno de los dos ghats de cremaciones, que funcionan las 24 horas del día. Varanasi es una de las siete ciudades sagradas de la India en la que se puede romper el ciclo de las reencarnaciones al quemar tu cuerpo y tirar las cenizas al río sagrado Ganges (Ganga). Para ello deben quemar los cuerpos durante las 4 horas siguientes al fallecimiento, realizando una serie de rituales. Las personas que no necesitan ser purificadas por el fuego (niños menores de 10 años, hombres santos, mujeres embarazadas, leprosos y muertos por mordedura de cobra) son tirados directamente al río atados a piedras para que se hundan.

En el mismo ghat se amontona la madera que las familias pueden comprar a peso eligiendo la calidad de la misma en función del poder adquisitivo. Los muertos se trasladan en una camilla de madera cubiertos por una tela naranja en caso de ser mujer, y beige para los hombres. Las mujeres no asisten a las cremaciones de sus familiares ya que está prohibido llorar. Los cuerpos empiezan a arder después de prender fuego con la llama sagrada que nunca se apaga. Al acabar la cremación, las cenizas se purgan para encontrar las joyas que llevaban puestas los fallecidos, es parte del negocio. El resto se tira al río.

A pesar de lo impactante que pueda parecer, el respeto y la naturalidad con que realizan el ritual hace que nos parezca algo digno de ver y nos sentimos privilegiados de poder asistir al proceso. Nos sorprende la rapidez con que se queman los cuerpos y quedan reducidos a cenizas.

El resto del día lo hemos dedicado a pasear por los distintos ghats, calles interiores y bazares. Los comerciantes son los más pesados y sólo quieren atraerte hacia sus tiendas, llevarte en bote, afeitarte la barba, masajearte, venderte velitas, incienso, etc. Lo más importante es no hacerles caso y sólo aceptar lo que realmente deseas hacer o comprar, siempre regateando como es habitual.

Más tarde hemos cogido otra barca para contemplar el ghat principal de cremaciones desde donde llegamos a ver hasta 15 hogueras en marcha, y otros cuerpos esperando su turno. Impresiona verlo en la oscuridad.

Hemos vuelto al hotel haciendo alguna foto nocturna. Durante el camino nos han ofrecido droga, y a pesar de ser solo las 21 de la noche, preferimos retirarnos a descansar.




miércoles, 14 de diciembre de 2011

Varanasi (I)

Otra vez madrugón, esta vez para ir al aeropuerto a coger el vuelo hacia Varanasi vía Delhi. Han salido los dos muy puntuales y no hemos tenido nigun problema con las maletas así que sobre las 12 y media ya estábamos en Varanasi.

En el aeropuerto nos esperaba uno de los empleados de la guest house donde nos alejaremos, para llevarnos al hotel. A medio camino, en medio del ya clásico caos circulatorio, nos han tenido 45 minutos parados ya que resulta que por esa calle tenian que pasar en coche algunos miembros del gobierno. Por fin hemos podido proseguir hasta que el conductor se ha parado y nos ha dicho que el último tramo lo teníamos que hacer a pie porque las calles eran demasiado estrechas y no podían pasar los coches. Así que ya nos tenéis cargados con las maletas y esquivando vacas y caquitas de las mismas.

La guest house donde nos alojamos, a pesar de ser de lo mejorcito de la zona, es bastante cutre. Pero no hay mas opciones si te quieres alojar en uno de los ghats que dan al Ganges. Por suerte, nuestro Gath es bastante tranquilo y esta muy cerca de los otros ghats más importantes, a los que podemos llegar fácilmente andando. El balcón de la habitación está enrejado para que no entren los monos, ya hemos tenido algún susto. El baño súper cutre y la ropa de cama y toallas bastante asquerosillas, luego vimos por qué, se lavan en el rio!

Nos habían advertido tanto sobre la suciedad y el mal olor de Varanasi que ya estábamos preparados para lo peor, pero tampoco es para tanto. En este sentido creemos que están mucho peor Jaipur o la propia Delhi.

Impacientes por descubrir la ciudad nos hemos lanzado a recorrer algunos ghats. Aqui hay muchos más turistas, sobre todo del tipo perroflautas flipados, así que no llamamos tanto la atención. Todos intentan venderte algo, llevarte en barca, darte un masaje... En fin, que nos sentimos un poco como dólares con patas. Hay mucha gente que vive de los turistas y esto hace que se pierda un poco la autenticidad del lugar. Por suerte aún queda bastante.

Hay mucha vida a orillas del rio, muy sucio, donde la gente lava la ropa, lava a los búfalos, se lavan a ellos mismos, hacen ofrendas de flores con velitas flotantes... Aprovechamos para presencial la ceremonia de la puja que celebran cada dia los monjes, de cara al rio, con música, fuego, incienso, flores y luces. Hay muchísima gente observándola, sobre todo indios, pero se nos ha hecho un poco larga y hemos ido a visitar alguna tienda en las calles de los bazares y nos hemos vuelto al hotel a descansar, que mañana nos toca de nuevo levantarnos al alba...

Al lado del hotel hemos descubierto el Lotus restaurant, muy acogedor y con wifi donde hemos cenado fideos con pollo, está muy bien el sitio y seguramente volveremos. Encima podemos usar su wifi desde nuestra habitación!!!

sábado, 10 de diciembre de 2011

Udaipur (II)

Nuestro hotel está muy bien situado, en uno de los ghats (plataformas a orillas del lago donde se realizan muchas actividades), con unas vistas estupendas a las 2 islas y muy cerca del palacio de la ciudad. Podemos llegar a todos lados andando, cosa que agradecemos.

Hemos visitado el enorme palacio, sus museos y varias exposiciones, incluida una de objetos de vidrio tallado (caprichos del maharajá de turno) en la que había de todo: mesas, sofás, lámparas... E incluso una cama toda de cristal (menos el colchón claro, que tampoco era tonto). También tiene una colección de coches antiguos, entre los que hemos visto el rolls royce phantom de la peli 007 Octopussy.

Nos ha chocado mucho encontrarnos un árbol de navidad a la puerta de un hotel, con este calor se hace raro...

Udaipur es la ciudad mas limpia y tranquila de las que hemos visitado hasta ahora. Hemos paseado durante un buen rato por los bazares, disfrutando de la actividad y de la gente.

Después de comer hemos dado un paseo en barca por el lago. Pensábamos que sería algo más romántico pero es bastante turístico. De todas formas, se ven poquísimos barcos navegando por aquí.

Tras el paseo hemos vuelto a las calles donde la actividad era frenética. Hoy era el ultimo día de la festividad musulmana y estaba a punto de comenzar la última procesión. La gente intentaba coger el mejor sitio en la acera, portales y balcones, sobre todo mujeres y niños, ya que los hombres son los que participan en la procesión. Estaba todo a tope pero unas policías nos han dejado colar (sólo a nosotros) en las escalinatas de un templo así que hemos tenido unas vistas estupendas, tranquilitos, y hemos podido conversar con ellas un rato.

Los pasos son una especie de torres muy adornadas e iluminadas, cuanto más altas mejor, que los hombres portan a hombros a vez que entonan sus cánticos con mucho fervor. Es curioso pero nos recuerda mucho a la semana santa andaluza.

A media procesión nos hemos ido a buscar a nuestro conductor. Hoy nos despedimos de él así que le hemos invitado a cenar y de paso hemos aprovechado para charlar un poco con él. Nos ha dicho que tiene 25 años y que en abril se casará, aunque todavía no tiene novia. Le hemos preguntado si era libre para casarse con quién quisiera y nos ha dicho que sí, que podía ver un par de veces a la candidata y si le gustaba se casaba con ella y si no, pues no. Creo que tenemos conceptos de libertad bastante diferentes. Lo buenos es que estamos invitados a la boda, jeje.

Después de cenar, camino al hotel, nos hemos tropezado de nuevo con la procesión. Cuanto más avanza la noche más altos son los pasos, pudiendo superar los 20 metros. Esto es un problema cuando tienes las calles llenas de cables eléctricos colgando, pero ellos consiguen hábilmente inclinar los pasos peligrosamente hasta que pasan. El fervor es máximo a estas horas y da hasta un poco de miedo. Al final tiran la parte superior de la torre al lago y nosotros lo hemos podido ver todo desde primera fila.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Jodhpur-Udaipur

Hoy tocaba de nuevo día intensivo de coche. Por suerte será el último, ya que nos quedaremos un par de días en la próxima ciudad y nos despediremos de nuestro conductor para proseguir nuestro viaje en avión.

Tener un conductor es una buena manera de recorrer India, ya que así puedes parar a ver pueblecitos y otras cosas interesantes por el camino, pero las carreteras son tan malas y las distancias tan largas que se hace un poco pesado.
Hoy hemos afrontado el trayecto más largo, más de 300 km entre Jodhpur y Udaipur, pero hemos hecho varias paradas en el camino para ver el templo de Ranakapur (muy muy bonito y con muchos monjes orando) y también el fuerte Kumvargar, donde hemos podido psrticipar en una procesión de la festividad musulmana que se celebra estos días.

A la hora de comer nuestro conductor nos ha querido hacer una gracia y llevarnos a un restaurante que nos venía de camino (o como dice él ON DA VEY) y que se llamaba "Casa manolo". Por un momento se nos han iluminado los ojos imaginándonos una suculenta paella o al menos una tortillita de patatas... nada más lejos de la realidad. El tal Manolo tenía de español lo que nosotros de indios... su único vínculo con España era que había sido conductor de Silvia Abascal en su viaje por india hace 6 años. La comida era un mini buffet libre indio bastante sencillito. En fin, que nos quedamos un poco decepcionados. Será que ya empezamos a añorar la comida de casa...

En uno de los pueblecitos en los que hemos parado nos han invitado a entrar en una casa para ver cómo cocinan y demás. Al ver a Eva un poco resfriada (por el aire acondicionado del coche) le han hecho tomar un poco de opio casero, que dicen que lo cura todo....

Hemos llegado a Udaipur sobre las 18:30, así que ya era de noche. La vista desde nuestra habitación de hotel sobre el lago Pichona es espectacular, hoy nos quedaremos a cenar en la terraza del hotel (que es muy acogedor) y mañana recorreremos la city.





martes, 6 de diciembre de 2011

Jodhpur (III)

Hoy ha sido un día diferente. Hemos pasado de turisteo y nos hemos puesto a cocinar!

Hemos ido a casa de Anil y Rehka (que casualmente en hindi se pronuncia Rica), una pareja encantadora que tiene una pequeña tienda de especias muy cerca de la torre del reloj a que nos dieran (previo pago) unas clases de cocina India.

Rehka tiene una voz muy dulce una filosofía de vida que inspira mucha paz. Además, sabe explicar y hacerse entender.

Mientras su marido ha salido hacia el mercado a comprar todos los ingredientes frescos necesarios, ella nos ha ido enseñando como preparar el Masala Chai, el té indio. Estaba tan rico que no se parecía ni por asomo a los que habíamos ido probando por aquí.

Hemos aprendido a hacer varios tipos de arroces, sopa de lentejas, una salsa con queso y espinacas, pan (solo, relleno o de verduras y especias) y algunos postres a base de yogurt y frutos secos deliciosos. Estaba todo riquísimo y apenas se notaba el puntito picante, aunque lo hemos preparado exactamente de la misma manera en que lo hacen ellos.

Nos ha explicado también para que se usa cada una de las especias y nos ha sorprendido ver que aquí decoran los platos con hojas muy finas de oro y plata comestibles.

Hay que decir que Rehka tiene la cocina muy limpia y ordenada que se preocupa mucho de limpiar siempre todos los alimentos con agua purificada.

Sin darnos cuenta se nos han pasado 5 horas volando. Nos hemos despedido prometiendo es que les mandaremos las fotos que hemos hecho para que decoren su cocina. Nos han hecho unos regalitos y nos han dado las recetas por escrito.

Para bajar un poco la comida nos hemos dirigido al barrio de las casas azules, a patear un rato y hacer algunas fotos.

Por la noche hemos pasado por delante de una boda (en un recinto cerrado) y para variar nos han invitado. Hemos estado un ratito haciendo fotos y querían que nos quedásemos a cenar pero ya estábamos un poco empachados de comida india así que nos hemos escapado y le hemos pedido a nuestro conductor que nos llevase a ver el city palace iluminado y a comer una pizza. Como parece ser que tenemos un problema de comunicación con él (no tiene ni idea de inglés) el tío nos ha llevado a ver el mercado nuevo y al McDonals, sin comentarios... Nos ha tocado cenar McSpicy. Aquí todas las hamburguesas son de pollo o vegetarianas, nada de vaquita sagrada. No sea que Shiva se enfade y los haga reencarnarse en un pececito de Gages a su paso por Varanasi...

Jodhpur (II)

De día el hotel tiene aún mejor pinta que de noche, muy tranquilo y con mucha vegetación, aunque por primera vez nos encontramos con problemas de conexión wifi.

Por la mañana ruta turística: Jaswhan Thada, un cenotafio muy bonito todo de mármol, también conocido por el Tah Mahal de Jodhpur, y el Mehrangarh Fort, un fuerte muy grande y bien conservado por el maharajá actual y explotado turísticamente de una manera muy correcta por su familia. Se pueden visitar los patios, las dependencias del Maharajá, el museo... Pero tal vez lo más destacado sean sus impresionantes vistas sobre la ciudad azul.

Después de comer en los jardines de un restaurante muy chulo, hemos ido a hacer lo que realmente nos gusta: recorrer las callejuelas de los bazares en los alrededores de la plaza de la torre del reloj.

En esta ciudad hemos notado mucha diferencia en cuanto a la vestimenta de los hombres, que llevan turbante anaranjado, pantalones blancos anchos (en los cuales se inspiraron los típicos pantalones anchos de polo) y un característico y divertido bigote largo y enrollado en las puntas, com el que llevaban los maharajás en las antiguas fotos en blanco y negro.

Hace muchísimo calor estos días, debemos estar a unos 30 grados a mediodía, así que para compensar el calor de la tarde hemos ido a cenar al Indique, un restaurante muy chulo iluminado con velas, en pleno centro histórico, situado en la azotea de un hotel. La comida es más que aceptable pero lo mejor de todo son las vistas espectaculares de todos los monumentos iluminados. Para colmo, al ser temporada alta de bodas, los fuegos artificiales no han parado a nuestro alrededor en toda la noche. Acabamos tomando mojitos... Que peligro!!!

lunes, 5 de diciembre de 2011

Jaipur-Jodhpur

Hoy nos hemos levantado temprano como cada día, pero por sorpresa no teníamos agua caliente, así que nos despertamos de golpe con una buena ducha fria.

Después de hacer el check out en el hotel nos hemos dirigido al Galwar Bagh o templo de los monos por la cantidad de estos animalitos que lo habitan. Es un templo muy chulo construido entre las rocas y con unos estanques de agua helada en los que se bañan los monjes, los más jóvenes incluso se tiran desde muy arriba, es muy interesante verlos y han dado juego para algunas fotos.

Teníamos poco tiempo antes de coger el tren y al dirigirnos a la estación de Jaipur nos hemos dado cuenta de que teníamos una rueda pinchada así que nos hemos puesto manos a la obra y en 10 minutos ya la teníamos cambiada. Habia un monton de vacas alrededor mirándonos, ha sido divertido.

Hemos llegado a la estación un ahora antes y Ashok nos ha acompañado durante la espera. Con 20 minutos de retraso hemos salido hacia Jodhpur, nos esperaban 5 horas de trayecto. El tren era larguisimo y estaba propulsado por fuel, muy cuiroso. Nuestros asientos estaban uno encima del otro, a modo de literas, pero era todo muy estrecho. Hemos conseguido dormir un poco pero el aire acondicionado estaba muy fuerte y nos molestaba. Poco antes de llegar a Jodhpur nos hemos parado durante 20 minutos porque al parecer el tren se habia llevado por delante una vaca y la había troceado. Todo el mundo se ha bajado a mirar que pasaba y luego han venido los de McDonalds a llevarsela (es broma).

En la estacion hemos cogido un tuktuk para llegar al hotel. El conductor nos ha amenizado el trayecto con musica hindi a todo volumen, infernal!!!!

El hotel es muy bonito, con muchos jardines y una piscina muy chula. La habitación es grande y tiene buena pinta. Hoy nos quedamos aqui a cenar y a descansar un poco del viaje.

Como dormiremos 3 dias en este hotel, aprovecharemos para que nos hagan un poco de colada ya que entre el calor y el polvo de las calles empezamos a necesitar ropa limpia...

sábado, 3 de diciembre de 2011

Jaipur (II)

Hoy ha sido un día ajetreado y repleto de emociones.

Hemos comenzado con la visita al fuerte Amber, con su tradicional subida a lomos de elefante. Es una turistada pero muy divertido y diferente. Hay decenas de elefantes esperando su turno, casi todos con bonitas pinturas de colores y con una especie de cama en su lomo donde pueden ir 2 personas. El conductor va sentado en el cuello.

El fuerte es bonito pero no hemos perdido mucho tiempo en él ya que queríamos aprovechar el día.

Desde el Nahargar Fort hay unas espectaculares vistas de la inmensa Jaipur, aunque la mañana bastante nublada no nos ha dejado apreciarlas como debía.

El Jal Mahal, un palacio construido en medio de un lago, es realmente de postal. Por cierto, nosotros solo vimos 3 plantas ya que las otras 4 están sumergidas.

Tras nuestra sesión de turisteo pasamos a la acción y decidimos perdernos unas 3 horitas por las callejuelas de lis bazares, repletas de tiendecitas agrupadas por gremios. Las calles están muy sucias a pesar de que hay muchas mujeres con saris y chalecos reflectantes barriendo con una especie de escobas hechas con ramas. El problema es que todos tiran la basura a la calle y el alcantarillado es abierto así que se va acumulando la porquería.

Hemos estado buscando el libro de El Principito en hindi por todas las tiendecitas de libros sin éxito. Al final lo hemos encontrado de casualidad en una tienda que había justo al lado del restaurante donde hemos ido a comer, muy cerca del Raj Mamdir, el cine más famoso de la India. El libro ha costado 95 rupias sin regatear unos 1,5 euros).

Por la tarde hemos visitado el centro Ladli que se dedica a ayudar a miles de niños de la calle de toda India y que por el motivo que sea se encuentran en situación de desamparo (huérfanos, abandonados, enfermos, prostituidos por sus padres...). Sus responsables nos han atendido y nos han explicado su proyecto y las instalaciones q poseen gracias a las donaciones y el trabajo de voluntarios. Escuela, hospital, dormitorios, salas de juegos, comedor, cocina... El médico del centro nos lo ha ido enseñando todo, incluso el taller de confección donde los niños aprenden un oficio y cobran su primer sueldo gracias a sus creaciones (bolsos, colchas, pasminas...) que venden por encargo. Hemos podido pasar un rato muy divertido con lis niños, a lis que les hemos entregado material escolar y algunos juguetes. Ha sido genial verlos reír, porque sabemos que detrás de esos ojos brillantes y esas enormes sonrisas se esconde una terrible historia q no deseamos a nadie, y mucho menos a un niño. Hemos hecho una pequeña donación al centro para que puedan seguir adelante con su proyecto y nos hemos despedido con mucha pena de esta gente que hace un trabajo tan grande.

Por la noche, y vista la experiencia de la noche anterior, hemos decidido salir a la caza de más bodas. A bordo de un tuktuk conducido por dos personajes divertidísimos hemos recorrido la ciudad hasta que hemos encontrado la primera. Se han puesto contentísimos al vernos interesados y a Eva la han hecho subir en la carroza con la novia. Después las mujeres casadas la han raptado y la han llevado a bailar con ellas como locas mientras los hombres les daban dinero, como es tradición. Ha sido muy divertido pero no querían que nos fuésemos y ha resultado complicado escapar. La siguiente boda era privada en un recinto enorme preparado para la ocasión al que se accedía a través de un túnel de guirnaldas de flores con estatuas de cisnes. El de seguridad nos ha dejado colarnos un ratito. Era una boda a lo grande, de gente de muchísimo dinero, con un escenario impresionante, música en directo, pantalla gigante y muchísima comida y camareros. Tenían expuestos los coches que les había regalado el padre de la novia.

Después de esto, nos volvemos al hotel más q satisfechos.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Ranthambore - Jaipur

Hoy tocaba safari por la reserva natural de Ranthambor, una de las pocas en las que aún es posible ver tigres en libertad, aunque no es tarea fácil ya que sólo hay unos 14 toda la reserva.

Nos hemos levantado temprano y nos ha venido a buscar un jeep que hemos compartido con 4 turistas más, el conductor y el guía de la reserva .

La verdad es que a parte de ciervos, antílopes, monos, javalíes, serpientes y muchos pájaros, no hay gran variedad de vida salvaje para ver (ni punto de comparación con África), el paisaje es muy bonito. Para nuestra sorpresa, en vez de ver tigres hemos visto un leopardo enorme, que es aún más dufícil de ver que el tigre, y ha estado posando un ratito para nosotros, así que podemos decir que  hemos sido muy afortunados.

Tras el safari, desayuno y a la carretera de nuevo. Cuatro horitas para llegar a Jaipur pasando por un montón de pueblecitos muy pobres pero con gente increíble que siempre tiene una sonrisa para nosotros. La conducción sigue siendo igual de caótica y hoy hemos perdido retrovisor.

Hemos llegado a Jaipur para comer un típico "plato combinado" indio que nos ha costado unos 3 euros incluyendo bebida y postre .

Hoy es fiesta en India así que estaba todo cerrado y sólo hemos podido visitar un templo muy bonito todo de mármol.

De camino al restaurante para ir a cenar nos hemos cruzado con una típica boda India, con con todas las mujeres guapísimas con sus saris de gala y los hombres con traje. El novio iba en una especie de trono sobre un elefante y el resto de los invitados a pie bailando al ritmo de la banda mientras lanzaban fuegos artificiales. Al vernos haciendo fotos nos han invitado a bailar con ellos y ha sido muy divertido, aunque está claro que tendremos que mirar mas pelis de Bolliwood si no queremos que nos vuelvan a decir que bailamos como Shakira .

Jaipur es una ciudad muy grande y bastante moderna para ser India, aunque es bastante frecuente ver elefantes circulando por las calles junto a los tuktuk, rickshaws, coches y motos.
Hoy ha hecho mucho calor, tal vez mañana aprovechamos para nadar en la piscina del hotel que tiene muy buena pinta.



jueves, 1 de diciembre de 2011

Agra (II)

Definitivamente la India no es para explicar, es para vivirla. Miles de instantáneas pasan por nuestros ojos, miles de historias imposibles de reflejar en una foto. Podríamos estar días enteros en uno solo de estos tantos poblados que cruzamos al dirigirnos hacia Ranthambore.

Empezó el día con la visita al majestuoso mausoleo taj majal. Nos hemos levantado a las 5 30 de la mañana y sin desayunar partimos hacia el monumento para ver la salida del sol y los rayos como impregnan el mármol de un color dorado. Esta vez la niebla nos respetó. El Taj Majal se empezó en el 1631 por Sha Yaham para calmar su pena por la muerte de su segunda esposa Muntaz Majal que murió al alumbrar su catorceavo hijo. Más de 20000 hombres trabajaron en su construcción, dicen que en el mismo año de su muerte. Un sueño estar aquí.

Después de desayunar partimos hacia Ranthambore. La ruta ha sido dura por el tiempo que hemos pasado en el coche y las siete horas de trayecto y por las horrendas carreteras que hemos circulado. De todos modos no hemos parado de observar la increíble, extensa y real india. Una pobreza enorme.

Miiles de estampas agrícolas se repetían, campos de chili,  interminables de mostaza que coloreaban de amarillo las praderas. Nos hemos cruzado con multitudes de vacas, camellos, jabalíes, perros, cabras, ardillas, mono, aves, y búfalos. Un solo búfalo vale 50.000 rupias, unos 800 euros, que proporcionan 20 litros de leche al día. Finalmente después de quedar exhaustos del viaje llegamos al hotel de Ranthambore sobre las 6 de la tarde. El hotel es un resort muy acogedor con mini apartamentos con jardínes muy verdes y una piscina. Reservamos en safari para mañana y nos vamos a cenar. A ver si hay suerte.